La protesta epistolar del primer ministro marroquí, jefe del partido nacionalista Istiqlal, por la anunciada visita de Mariano Rajoy a la ciudad de Melilla, con motivo del 513 aniversario del día en que fue incorporada a España, viene a consolidar una práctica de injerencia en nuestros asuntos internos, inexplicablemente consentida. Un hábito político cuyo establecimiento corre parejo a su propia aceptación, naturalizada por los protocolos de la diplomacia actualmente en curso. Esta es la hora en que, incomprensiblemente, todavía no se ha producido la necesaria expresión de rechazo, pues se trata de una anomalía que no se trivializa por su repetición, sino que se agrava por su misma práctica.
Se diría que también se otorga cuando ante cosas así se calla. Y parece sugerir todo ello que en un futuro no lejano se aceptaría la persistente demanda marroquí de que se constituya una "célula de reflexión" sobre Ceuta y Melilla, tal como tantas veces se insiste por Rabat, antes incluso del reinado de Mohamed VI. La idea procede de Hassan II, su padre, que alcanzó cimas de doblez en sus relaciones con España. Eso de la "célula de reflexión" es la finta semántica, el modo de pedir que se negocie la soberanía.
Pero ahora mismo están cumpliendo estos rituales de presión sobre nuestros espacios norteafricanos una función añadida de una rentabilidad política. Mientras Marruecos reclama lo que no es suyo al norte de sus fronteras, hace con ello pantalla y oculta lo que tampoco es suyo al sur de sus límites territoriales. Que es reclamado por sus legítimos dueños, es decir, por el pueblo saharaui. Un pueblo en su mayoría, exiliado, vivaqueando fuera de su propio espacio. Acogido por Argelia en su territorio. Una filantropía y solidaridad que es menos de lo que parece, pues siempre estuvo el interés argelino en sacar al Atlántico próximo, a través del espacio saharaui, el hierro de las minas de Tinduf.
Los niveles españoles de dejación diplomática ante la impertinente arrogancia del Imperio Jerifiano, ha determinado que tal arrogancia sea cada vez mayor y se sienta más desatendido el sentimiento nacional español. Justo en el momento en que más hacederas resultarían, en el Sahara Occidental, las contramedidas que el asunto requiere.
La cuestión es bien simple cuando por parte de Rabat se aducen problemas coloniales a propósito de Melilla y Ceuta. Ninguna de nuestras dos ciudades norteafricanas se encuentra incluida en la Agenda de Descolonización de Naciones Unidas, mientras desde hace mucho estuvo en ese censo oficial de descolonizaciones pendientes, la reclamación del pueblo saharaui de que le fuera reconocida la soberanía sobre su propio territorio. Incluso el Tribunal Internacional de La Haya sentenció inequívocamente la carencia de títulos por parte de Maruecos respecto de ese territorio sahariano y sobre sus gentes. Unas sedentarias, estantes; y otras nómadas a lo ancho del desierto, con desplazamientos de una cierta regularidad entre el Océano Atlántico y el Océano Índico.
Nuestro Gobierno no habla más que para dar explicaciones al rey de Marruecos, mientras que el rey de Marruecos parece que no hace otra cosa que alentar a sus mandatarios, de cualquiera de los niveles, para que oficien toda suerte de impertinencias de palabra y obra contra la práctica y la normalidad soberana de España en Melilla y Ceuta.

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Total comentarios 5 |
Kah Uld Bayah
18/09/2010 10:21:53 |
En octubre de 1975 Marruecos invadió a sangre y fuego el Sáhara Occidental, obligando a miles de personas a huir al desierto mientras eran perseguidas y bombardeadas con napalm, fósforo blanco y bombas de fragmentación. 35 años después, todavía hoy, esta zona continúa siendo uno de los territorios no autónomos bajo supervisión de la ONU, ya que su proceso de descolonización fue interrumpido en 1976 por la ocupación marroquí. Los organismos internacionales no han logrado que el reino alauita cumpla con la multitud de resoluciones que le obligan a dar curso a un proceso de autodeterminación. Su territorio continúa ocupado casi en su totalidad por Marruecos -salvo los territorios liberados, como las localidades de Tifariti, Bir Lehlu, Zug, Agüenit… que son administrados por el Gobierno de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD)- ante la pasividad de la comunidad internacional, representada por una MINURSO (Misión de la ONU para el Referéndum en el Sahara Occidental) que mira para otro lado cuando se producen detenciones arbitrarias, desapariciones y torturas a diario. Mientras, la espera pacífica de la población saharaui se torna en hastío y desde los campos de refugiados empiezan a oírse llamamientos a retomar la lucha armada. El Reino de Marruecos es uno de los alumnos avanzados a la hora de aplicar la genocida política de Israel: desapariciones, asentamientos de colonos, proliferación de terroríficas cárceles... Denuncio la existencia de otro ‘Muro de la Vergüenza’ de cientos de kilómetros que divide al pueblo saharaui. Denuncio el vergonzoso papel del Estado español, que ha vuelto a señalar a través del Ministerio de Exteriores, al igual que en el caso de Aminetu Haidar, que la legislación marroquí se aplica en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, en contra de lo que establece el Derecho Internacional, y que ha censurado a los activistas canarios y españoles por no respetar la indigna aplicación de las leyes marroquíes en el territorio saharaui. |
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Saharaui de los territorios ocupados
18/09/2010 5:05:17 |
Nadie, nadie sabe cómo duele el venir a administraciones, que supuestamente son tuyas y porque opera en tu territorio, sin conocer a nadie de sus gentes, ni saberte comunicar con ellos, ni nada de nada, con funcionarios que no sabes ni lo que te dicen, porque sencillamente no son de los tuyos, ni te entieneden ni les entiendes. La diferencia es notoria: un saharauí y un marroquí son dos cosas distintas. No hay duda ¡SAHARA LIBRE! ¡VIVA LA LEGALIDAD INTERNACIONAL Y LA JUSTICIA! |
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ANGEL M.
17/09/2010 23:38:34 |
No tengo por menos que aplaudir al autor. Tenemos un problema muy grave que comienza a 14 kilómetros al Sur de Tarifa. Como mínimo debemos llamar a consultas a nuestro embajador en Rabat y expulsar al suyo (que no termina de llegar). A la siguiente salida de tono, cortar la importación hortofruticola procedente de Marruecos. Si éstas persisten, cortar los fondos de ayuda a Marruecos. Y por supuesto ante un atentado pergeñado, realizado aunque nunca reconocido, reconocer inmediatamente a la República Árabe Saharaui Democrática. |
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Miguel Angel
17/09/2010 11:33:59 |
Para mi,España,como nación, debe dar un paso adelante y decir alto y claro que apoya los derechos legítimos del pueblo saharaui y por extensión de su legítimo representante el Frente Polisario,reconocer a la República Arabe Saharaui Democrática(RASD)y presionar para que el territorio sea descolonizado según las resoluciones de NN.UU. Dictamen del servicio jurídico de NN.UU del 29 de Ehero de 2002:"España no pudo transferir unilateralmente ni la soberanía ni la administración del territorio a los paises firmantes de los acuerdos tripartitos de Madrid del 14 de Noviembre de 1975,Marruecos y Mauritania".Blanco y en botella. Y encima no fueron publicados en el BOE como es obligatorio gracias a Jaime de Piniés..Esos acuerdos son ilegales en el fondo y en la forma. |
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sali
17/09/2010 10:26:36 |
es logico que españa abondone a su ultima colonia en los años 70 y 80 inmerso todo el mundo en la dichosa guerra fria ....pero en estos momentos que solo existe un solo bando y españa ya no es la debil de los 70 no puede seguir aguantando los chantages del rey marroo .....SAHARA LIBRE |
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