A principios de junio, como todos los años por primavera, se ha celebrado el día de las Fuerzas Armadas (FAS). Celebración esta austera, rayando en la penuria. Sin embargo, lo que me ha llamado la atención en esta ocasión, es otra cosa: que, por primera vez, los principales periódicos españoles han solicitado -eso si con diferentes matices- una financiación digna, es decir mayor, para las FAS.
El presupuesto del Ministerio de Defensa, desde tiempos inmemoriales y sin importar el color del gobierno de turno, viene siendo cubierto por espesas cortinas de humo que la protegen de aquello de luz y taquígrafos. A base de ocultar, año tras año, lo que de verdad costaba mantener unas FAS como las que teníamos, se ha acumulado una llamada "deuda de Defensa" de grandes proporciones. El último secretario de estado de Defensa socialista se despidió apocalípticamente de su puesto revelando que esta "deuda" se elevaba a unos 37.000 millones de euros y no tenía ni idea de cómo afrontarla.
Si desmontamos parte de la ingeniería presupuestaria por la cual otro Ministerio -el de Industria- ya ha pagado unos 15.000 M y se renegocia, como ya ha hecho el gobierno del PP los contratos firmados, lo que queda en realidad por pagar, de los compromisos adquiridos, son unos 8.000 M que el secretario actual ¿por qué será que siempre les toca dar las malas noticias a estos y no a los ministros de turno? pretende abonar en cómodos plazos de 1.000 M anuales por el procedimiento, poco transparente, de los créditos extraordinarios.
Las FAS sobreviven actualmente con un 60% de los fondos que corresponden a las necesidades propias de la estructura heredada. Además, los gastos de personal absorben un 70% de estas migajas, cuando la proporción sana de unos ejércitos eficientes sería 50-50 entre material y personal. Falta claramente la voluntad política de corregir estos desvíos y adecuar estructura a financiación.
Pero es que hay algo más, grave y persistente. Como dice nuestro profesor de sociología, Díez Nicolás, existe una percepción de los españoles excesivamente optimista de la seguridad exterior -como si nada malo nos pudiera llegar de allí o fueran otros los responsables de arreglarlo- mientras que la seguridad correspondiente a la situación interior es juzgada como peor de su realidad objetiva. El Ministerio de Interior tiene consecuentemente mayor facilidad para obtener fondos que los que la situación interior demanda, especialmente tras la suspensión de los atentados de ETA y con un cuarto del territorio nacional cubierto por policías autonómicas prácticamente independientes. Esto favorece que la Guardia Civil -pletórica de medios humanos y materiales- se dedique últimamente a misiones de seguridad exterior en una progresión exponencial. Este benemérito cuerpo policial de estructura militar, originalmente dedicado al ámbito rural, ya tiene más efectivos que el Ejército de Tierra, a la vez que cuenta con buques oceánicos, centros de fusión de datos, aviones, helicópteros y dentro de poco hasta "drones". Despliega efectivos en África y Asia que claramente superan su carácter policial, y por lo tanto, interno español. Hace tiempo que han dejado atrás las fronteras pues su financiación tiene menos trabas que la de la impopular Defensa y su entidad se lo permite; vamos que solo les quedaría hacerse cargo de la defensa aérea del territorio para cerrar el círculo.
En una palabra estamos pagando con fondos supuestamente dedicados a interior una acción exterior del Estado mientras que regateamos a Defensa y a Exteriores -los verdaderos intérpretes de ella- la financiación adecuada.
El Ministerio de Exteriores incorpora las relativamente importantes partidas dedicadas a la cooperación internacional. Como no tiene estructura adecuada, las administra a través de una Agencia diferenciada que lo que hace en realidad es asignar fondos a las numerosas ONG -naturalmente afines a la situación política interior- que han proliferado al calor de este maná presupuestario. Mientras los diplomáticos y las embajadas -espero que el lector perdone la simplificación- siguen a media ración.
El resumen: militares y diplomáticos -los verdaderos protagonistas de la acción exterior del Estado- están mal apoyados económicamente, mientras que guardias y cooperantes -agentes secundarios de la misma- reciben financiación de organismos no relacionados con dicho ámbito.
Quizás algo de esto es lo que los medios empiezan a intuir a través del compacto camuflaje presupuestario que cubre la acción exterior española como una persistente niebla.
*Ángel Tafalla es almirante
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Comentarios
Total comentarios 6
Miguel
10/06/2013 23:48:46
Tienes razón Víctor. En todos los lados se cuecen habas. Pero es que ocurre que siempre se las guisan y se las comen los mismos. Estoy hablando de una "casta superior" que tras cinco años de carrera se garantizan, en el 100x100 de los casos, llegar a coronel, y eso no ocurre en ninguna otra empresa. Es como si todos los médicos que terminan su carrera entrasen a trabajar a un hospital y además terminasen siendo, todos, directores de hospital. La mentalidad tiene que cambiar ¿Que ha pasado con la eficiencia, la eficacia, la economía de medios? No es bueno decir cosas absurdas, como que la GC acapara inversiones, cuando no es así. Toda la flota del Servicio Marítimo de la Guardia Civil es mas barata que un solo BAM. El buque insignia de la GC (el Río Segura) tuvo un costo inferior a lo que vale un Cougar o un tigre. No debemos creer que la GC es origen de ninguno de nuestros problemas, porque nunca conseguiremos arreglarlos.
35
Víctor
08/06/2013 17:49:07
No serán muy buenas las plantillas de la G.C. cuando: http://www.ateneadigital.es/RevistaAtenea/REVISTA/articulos/GestionNoticias_13542_ESP.asp ¡Miguel en todos lados "cuecen habas"!
44
BIL
07/06/2013 19:05:02
Se olvida el almirante Tafalla de que, al igual que la Guardia Civil se está proliferando en misiones exteriores y de seguridad aérea y marítima que corresponderían a los ejércitos, éstos se dedican, por el contrario, a vigilar nuestros montes, apagar fuegos, prevenir amenazas tecnológicas y limpiar las calles de barro y escombros. Tareas todas ellas que deberían desarrollar los organismos estatales o autonómicos de Protección Civil. Ya sólo faltaría que fuesen los miembros de éstos quienes se dedicasen a perseguir terroristas para que se cerrase el círculo de la incongruencia más absoluta. ¿En manos de quién estamos?
93
José María
07/06/2013 12:05:07
Las cifras finales de los gastos de Defensa no son las de los presupuestos generales del Estado. El Tribunal de Cuentas ha requerido en numerosas ocasiones que realmente los presupuestos reflejen el gasto y no un maquillaje del mismo con tintes políticos. Queda muy bien, que en un país moderno y democrático con una cultura de defensa consolidada debería quedar fatal, decir que España dedica un 0.6% a Defensa cuando en realidad se llegan a cifras cercanas al 1% y en algún ejercicio superadas. Con esas cifras los porcentajes no son de 70%-30% para personal y material respectivamente, sino que se invierte en el 30%-70%. Pero claro, es mejor no hablar de la falta de efectivos y de los sueldos bajos de la tropa, de la falta de plan de carrera para sus efectivos y camuflar los intereses en sistemas de armas sobredimensionados pero que a los bolsillos de algunos les va muy bien. En cuanto a la Guardia Civil, para algo que va bien ¿por qué criticarlo? efectivamente, se sigue el modelo americano de la Guardia Nacional para las proyecciones exteriores y las misiones de policia militar del interior, algo que realmente funciona, con unos salarios dignos, deberían ser mejores pero no es para quejarse habida cuenta de las prerrogativas sociales. Cuando se implantó el ejército profesional el objetivo era asimilar las condiciones de tropa y marinería a las de los números de la GC, salariales y contractuales. Pero claro, en lugar de abordar eso era mejor seguir camuflando beneficios en sistemas de armas que a la postre, además, han venido a desmantelar la escasa industria de defensa que quedaba en España. Mientras los políticos sean sólo grupos antagónicos para conquistar y mantener el poder, y los ministerios y secreatrías y subsecretarías son apéndices de los partidos políticos, vean como una amenaza para sus poltronas, dentro de su discurso de lo correcto, el gasto en Defensa no hay nada que hacer para que mejore la situación. Y mucho menos cuando los que pueden enfrentarse a ellos, con la superioridad moral del interés de la Ptria por encima de cualesquiera otros, prefieren el ascenso a la "marca" y el pase a la reserva. Si por lo menos la GC funciona, y funciona bien, mejor eso que nada, no sea que un día en realidad tengamos que echar mano de algo y nos encontremos en cuadros.
44
Miguel
06/06/2013 15:33:41
Estoy seguro que el único anhelo de las mandos de la Guardia Civil es procurar servir lo mejor posible. ¿Como es posible que una organización como la FAS necesite cientos y cientos de Coroneles y Generales? La proporción es de un "jefe" por cada dos "indios" Mientras eso no cambie no podrá haber ninguna eficiencia: aprendan de la GC
2945
Víctor
06/06/2013 11:45:55
Más que de una proyección exterior de la Guardia Civil, yo hablaría del anhelo por parte de algunos de sus mandos de crear algo parecido a la USCG de los EE.UU. Y lo están consiguiendo,buques de mayor o menor desplazamiento, helicópteros, aviones y en un futuro UAV,s con financiación de la U.E. El problema de fondo es la endémica falta de "sinergia de medios". Me explico, hay organismos que hacen funciones parecidas, con medios parecidos, cuando no iguales, a los del Servicio Marítimo y Servicio Aéreo.Dícese SASEMAR(Salvamento Marítimo),SVA(Servicio de Vigilancia Aduanera),SAR(Búsqueda y Salvamento del EA),Armada. Lo lógico por economía y funcionamiento hubiera sido crear un único organismo que lo hubiera aglutinado todo y no que cada Ministerio coja la parte que le afecte. Al final hemos conseguido duplicar medios, para objetivos similares.