Las actividades militares desarrolladas unilateralmente por Francia en auxilio de las autoridades malienses, con motivo de la amenaza que suponía la llegada de la 'alianza yihadista' (compuesta por Al Qaeda en el Magreb, Ansar Al Dine, y el Movimiento para la Unicidad y la Yihad al Oeste de África) a las puertas de la capital del país (Bamako), dio inicio a la respuesta militar gala contra los muyahidines. Podríamos decir que la reacción ha sido inevitable en la medida en que la alianza yihadista venía desarrollando un seguimiento sobre las reacciones de los países africanos de la región y, de manera muy especial, de la aparente carencia de sensibilidad y cierta falta de interés de algunos países europeos, en cuanto a las pretensiones galas de poner freno a la amenaza yihadista en el Sahel.
El mensaje del presidente francés François Hollande advirtiendo sobre la amenaza que para Francia, España, y la propia Unión Europea (UE), representa la recién creada alianza yihadista, así como la propia existencia de un Emirato Islámico de Azawad al estilo afgano, que viene sometiendo a toda su población a una estricta aplicación de la Sharía (ley islámica), pretendiendo inculcar la práctica de la doctrina religiosa salafista más radical, debe ser tenido en cuenta por el resto de países de la UE, en la medida que nos enfrentamos a un posible escenario violento y a una verdadera amenaza para nuestra seguridad y la de nuestros conciudadanos e intereses comerciales y empresariales en el Magreb.
Cuál ha sido la primera reacción del líder de Al Qaeda en el Magreb
Para tener una mejor perspectiva de la situación real -evitando vicios de visión- y conocer las represalias inmediatas de la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb (AQMI), que pudieran afectar a la seguridad de España y de la propia UE, debíamos conocer la reacción e instrucciones impartidas por su máximo dirigente, el argelino Abd Al Wadoud. Y como era de esperar, demostrando, eso sí, cierta debilidad, el responsable de la organización grababa el martes 15 de enero, en tiempo record, de ahí su enorme importancia, y difundía a través del canal Al Ándalus, un mensaje de advertencia, estructurado en cinco puntos o exigencias, dirigidas a las sociedades musulmanas, al presidente galo, a la sociedad francesa, así como a los familiares de los rehenes en poder de la organización terrorista.
En resumen, Abd Al Wadoud ponía de manifiesto que: 'Hollande y los Cruzados occidentales han iniciado una guerra y un plan diabólico para controlar el Sahel bajo el paraguas de la ONU, con la voluntad de ocupar tierras musulmanas y atentar contra el Profeta Muhammad, bajo el pretexto de eliminar la amenaza islámica inminente y la aplicación de la ley islámica. Una situación que les permitirá mantener el control del uranio y el petróleo manipulando los precios, además de la sustracción del oro y diamantes de Mali. AQMI mantiene unos objetivos claros: defender la religión y nuestra comunidad'. Además, lanzaba una advertencia a los gobernantes occidentales para que no siguieran a Hollande. Pidiendo a todos los musulmanes del mundo que lucharan contra esta invasión cruzada para proteger nuestro proyecto islámico.
Por último, Abd Al Wadoud amenazaba nuevamente a la sociedad francesa de la siguiente manera: 'la guerra de Hollande ha expuesto vuestra seguridad, vuestros intereses, y la vida de vuestros hijos a un peligro sin precedentes. Habéis otorgado un plus de legitimidad a nuestra causa beneficiando el reclutamiento de voluntarios muyahidines para atacaros'. Y finalmente, se dirigía a las familias de los rehenes: 'si vuestro presidente insiste en su intervención y no sois capaces de rectificarle públicamente, vuestros hijos serán sacrificados por las decisiones personales y políticas de vuestro presidente; si queréis disfrutar de paz y seguridad en Francia debe cesar la actividad militar, pero si queréis la guerra responderemos. El desierto del Sahara será un cementerio para vuestros soldados y una catástrofe para vuestros intereses. Alá nos ha gratificado con grandes stocks de armas y municiones, y de gente muy entusiasta. La guerra será larga y seremos capaces de resistir cualquier agresión'.
AQMI y la alianza yihadista son una amenaza para España
El análisis del mensaje, en cuanto a la seguridad de España, pone de manifiesto que las palabras, tanto de Abd Al Wadoud, como las emitidas recientemente por los portavoces del Emirato Islámico de Afganistán (Al Qaeda en Afganistán y los Talibán), y de Al Shabaab en Somalia, que otorgan apoyo a la defensa del Emirato Islámico de Azawad, deberán ser tenidas muy en cuenta, dejando al margen cualquier posible retórica. Hasta la fecha, el líder de AQMI nunca se había apresurado tanto a la hora de elaborar y difundir sus mensajes, lo que indica que pretende obtener una rápida y amplia respuesta (aumentar el reclutamiento yihadista y la preparación de posibles ataques en la UE), además de aparentar un enorme victimismo frente los colectivos musulmanes más sensibilizados en la defensa del Islam. Sin embargo, su pleno convencimiento en cuanto a derrotar a las fuerzas de intervención, unido a la amenaza de hacer uso de grandes stocks de armamento (arsenales libios), debe aumentar nuestra alerta y no ser subestimados.
Tampoco podemos permanecer ajenos e inmóviles a las últimas noticias. Para graduar la amenaza real que para la seguridad de España pudiera representar la salida de un elevado número de simpatizantes y seguidores, o de jóvenes musulmanes de la región (argelinos, saharauis, mauritanos, marroquíes, tunecinos, malienses, incluso libios) para acudir al llamamiento de AQMI y emprender la yihad, debemos subrayar que lo verdaderamente preocupante para la seguridad no es la salida de nuestro país de este tipo de personas (probablemente lo fuera su regreso), sino de aquellos que, habiendo sido detectados por nuestros servicios de seguridad como más radicales o con un perfil ciertamente próximo o en clara sintonía a la ideología salafista más radical, y a la organización Al Qaeda, permanezcan en nuestro país.
Para concluir, prestando la atención adecuada tanto al mensaje del líder de AQMI como de Al Qaeda -Central-, liderado por Ayman Al Zawahiri, en cuanto al enorme valor que representa golpear a Occidente en su propio territorio y no en zonas de conflicto, nuestros servicios de inteligencia e información deberán aumentar el esfuerzo y elevar su nivel de alerta revisando estrategias que pudieran permitan, ahora sí, la detección de células y la vigilancia y control de grupos que hubieran podido exteriorizar su simpatía por dichas organizaciones fundamentalistas.
* Juan Carlos Estarellas y López. Experto en Salafía Yihadía.
Colabora como analista en el Instituto de Estudios
Estratégicos e Internacionales. Diplomado en Lengua Árabe.

Otros artículos del autor
El grupo yihadista Jabhat Al Nusrah combate al régimen sirio
Reacciones de Al Qaeda tras la emisión del vídeo sobre el Profeta Muhammad
Los detenidos de Al Qaeda planeaban atacar objetivos en el Estrecho de Gibraltar desde un ala delta o un parapente
Cómo afectará a la seguridad de España la existencia del Emirato Islámico de Azawad
Ansar Al Din, nuevo grupo salafista yihadista en el Norte de Mali