Las empresas inteligentes son las que recurren a las consultorías de inteligencia y llevan sus deberes hechos, aunque todavía muchos CEOs confían en su intuición y pasa lo que pasa. Nos ha picado la curiosidad profesional, porque cuando pasa algo así, a un nivel tan alto, hay que averiguar si se trata de incompetencia, pura ingenuidad o un engaño bien urdido. De los errores de los demás también se aprende. El tema saltó a los medios el pasado 26 noviembre, tras la firma (con foto para inmortalizar el momento incluida) de un Memorando de Entendimiento entre el Gobierno de Ucrania y potenciales socios en un proyecto de construcción de una planta de gas natural líquido en el Mar Negro. La negociación para participar en el fondo de inversión de mil millones de dólares duró dos meses. En teoría, GAS NATURAL FENOSA era uno de los socios, y firmó como apoderado Jordi Sardá Bonvehí. Tras la firma, se dijo que el apoderado era Jordi García Tabernero, director de Comunicación de GAS NATURAL FENOSA. La compañía se apresuró a desmentirlo y afirmó, además, no conocer a Sardá ni saber nada del proyecto en Ucrania. La noticia voló rápidamente por la prensa mundial, primero asombrada y posteriormente divertida ante la sorpresa de ucranianos y directivos. Para cualquier compañía, verse envuelta en un azaroso caso como este, es un fuerte revés para su reputación, aunque no tenga ninguna responsabilidad legal. Y por supuesto para el gobierno ucraniano, no sólo por el engaño, sino porque la puesta en marcha de este proyecto era un paso significativo en su independencia energética de Rusia (de GAZPROM). Algunos medios se acordaron del caso del camarero brasileño que se hizo pasar por un jeque árabe para engañar al club de fútbol del Getafe, pero ya a primera vista es evidente que son situaciones muy distintas. En el caso que nos ocupa, existía mucha información sobre el supuesto representante. Sabiendo que se llama Jordi Sardá Bonvehí, dato que los ucranianos conocían porque, como veremos, no ocultaba su nombre, podemos encontrar múltiples referencias de él si sabemos dónde buscar y cómo: En España, es administrador de la compañía UKRAINVEST SPAIN PROMOCIONES SL y administrador único de KARELIA BONVEHI SL, ambas dedicadas a la actividad inmobiliaria. Además forma parte del consejo de administración de PROSAIRSA SL. Comprobamos que en noviembre de 2010 participó, como Director General de HERA UCRANIA, en un panel del Black Sea Economic Forum (organizado por el consejo de ministros de la República Autónoma de Crimea), que tuvo lugar en Yalta (Ucrania). Al foro asistieron, entre otros, el entonces vice primer ministro de Ucrania, y el coordinador residente de Naciones Unidas en Ucrania; y también representantes de grandes empresas en el país, como el CEO de MORGAN STANLEY Ucrania. Por tanto, no era un desconocido para las autoridades ucranianas. En el listado del ICEX de empresas españolas en Ucrania en 2011, aparece Sardá como contacto de HERA UCRANIA. Se trata de una subsidiaria del Grupo español HERA, especializado en la gestión de residuos y depuración con proyección internacional. Este mismo año participó en el exclusivo 9th Yalta Annual Meeting como director general de OPISER. Sobra decir que en esta conferencia se codeó con personalidades, tanto gubernamentales como empresariales, al más alto nivel mundial y, lógicamente, estaba Mykola Azarov, el primer ministro de Ucrania con el que firmaría el acuerdo posteriormente. Como no podía ser menos, también asistió el director de GAS NATURAL FENOSA en Alemania, Thomas Reukauf. En bases de datos de Ucrania, Sardá consta como Director General de OPISER, empresa registrada en Kiev, Ucrania en el año 2012. En septiembre, la agencia de noticias RBC Ucrania recogía declaraciones del socio gerente de OPISER UCRANIA SL, un tal "Geordie Sard Bonhevi", que negociaba entonces como representante de ENAGAS SA en el país para la construcción de la terminal de GNL en el Mar Negro. ENAGAS lo desmintió. Resumiendo: había precedentes. Ahora bien, con todo este panorama, ¿cómo pudo suceder esto? Se desconocen los motivos por los cuales Sardá firmó, porque no parece que se haya beneficiado económicamente. Según REUTERS, en una conversación telefónica con un hombre de Barcelona que se identificó como Sr. Bonvehí, éste declaró a la agencia que pensó que podía firmar y luego arreglarlo con la compañía. Respecto al Gobierno ucraniano, parece una absoluta e impropia ingenuidad. Según el director de la agencia de inversión estatal ucraniana, "nunca dudamos de que fuera auténtico". Cabe decir que auténtico era, pero no representaba a quien decía. No se trata de dudar sino de verificar. Lo que queda claro es que información había, que recurriendo a una buena consultoría habrían tenido una diligencia completa, que es lo que cualquiera debería tener en la mano antes de firmar un contrato con un desconocido. Y que, de hecho, muchas empresas se benefician de este servicio que ayuda a ahorrar quebraderos de cabeza y sobre todo esfuerzos económicos inútiles. Ahora la pregunta que dejamos encima de la mesa es hasta dónde conoce usted a sus socios o los de su empresa. Porque éste no es el primer caso ni será el último. ¿Prefiere fiarse de su intuición o conocer su entorno? Acceda a todos los artículos de "En el punto de mira de la Consultoría" Últimos artículos publicados
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