Ante este tríptico, los proyectos del JEMAD, no pueden ser otros que impulsar todo aquello que se oriente a mantener y, si cabe, mejorar la calidad de nuestro personal, la eficacia en el combate y la eficiencia en la gestión de los recursos disponibles para servir en la mejor medida al Estado, en resumen, para servir a nuestros conciudadanos. La crisis económica que vivimos supone para las Fuerzas Armadas un reto y, a la vez, una oportunidad para continuar su transformación hacia un modelo más eficiente y sostenible. Así, el proyecto prioritario del JEMAD, apoyado por su Estado Mayor y los de los Ejércitos y la Armada, es asesorar al ministro de Defensa para poner en marcha esta transformación con un objetivo de Fuerzas Armadas a medio y largo plazo. La primera fase de este proceso es la presentación, antes del verano, de un documento con una serie de propuestas que hagan apropiado, practicable y aceptable el proceso de transformación. En él pretendemos definir unas Fuerzas Armadas más eficaces, proyectables y sostenibles, con un marco presupuestario definido y estable que permita un planeamiento de capacidades a medio y largo plazo. Mi punto de vista es que tanto los procesos de planeamiento de fuerza como las acciones que se derivan de ellos son extraordinariamente lentos en su desarrollo. Por lo tanto, creo necesario iniciar el actual ciclo de planeamiento con una Directiva de Defensa Nacional lo antes posible. ¿Cuál es la situación a fecha de hoy del documento "Visión 2025"? Como saben, el pasado mes de febrero presenté al Ministro de Defensa un documento inicial que incluye, a grandes rasgos, previsiones y directrices para que los grupos de trabajo, formados por personas de los cuarteles generales de los Ejércitos y Armada y del Órgano Central, puedan elaborar un estudio más detallado. Una vez aprobado este documento inicial, se han iniciado los trabajos de grupo, a nivel técnico, y finalizaremos el documento, con sus correspondientes propuestas, antes del próximo verano. A partir de entonces se iniciará el desarrollo de las propuestas o líneas de acción que apruebe el Ministro de Defensa. La nueva adscripción del CNI al Ministerio de la Presidencia ¿puede suponer una ocasión para que el CIFAS adquiera la consistencia que las FAS precisan en materia de inteligencia? ¿Tiene el Mando de Operaciones el volumen suficiente para planear y dirigir? Por lo que se refiere al CIFAS, en la actualidad se constituye como un magnífico instrumento para que el JEMAD pueda desempeñar sus funciones; es indispensable para el desarrollo de las operaciones, pero también muy importante para que las Fuerzas Armadas puedan prepararse y, en lo posible, anticiparse a la gestión de posibles conflictos. Ya no es posible afrontar ninguna misión sin contar con una buena información, tratada y analizada por expertos y difundida hasta el nivel de decisión o de ejecución adecuado. Estamos potenciando el CIFAS para mejorar sus capacidades. La nueva adscripción del CNI al Ministerio de la Presidencia no afecta a esta línea de acción y se siguen manteniendo las correspondientes relaciones funcionales entre ambos centros. En cuanto al Mando de Operaciones, cuenta con un Estado Mayor que, aunque sea reducido, desarrolla con eficiencia sus cometidos de planeamiento, seguimiento y dirección del sostenimiento de las operaciones. Para mejorar sus capacidades tenemos que mejorar su sistema de mando y control y su desplegabilidad y en esta línea estamos avanzando para mejorar en la conducción a nivel operacional de su herramienta básica, la Fuerza Conjunta de Reacción Rápida. El recorte, sumado a los de años anteriores, deja a las FAS en unos mínimos muy preocupantes. ¿Es posible mantener una operatividad suficiente en todas las unidades? ¿No se contempla la posibilidad de mantener al 100% al menos una parte de nuestros efectivos? ¿Hay prevista alguna reestructuración de las FAS? Resulta evidente que tras cuatro años de recortes, no se están manteniendo al 100% todas nuestras unidades, y así se ha puesto de manifiesto en las recientes comparecencias ante la Comisión de Defensa del Congreso. En este sentido, se da prioridad, se mantienen al 100% y se certifican para una misión determinada aquellas unidades o sistemas que tienen previsto su despliegue en operaciones. Por último, efectivamente estamos planeando una reorganización; de hecho, con el documento "Visión FAS 2025" se pretende, entre otras cosas, poner las bases de la reestructuración y modernización de nuestras Fuerzas Armadas de cara a los próximos años. ¿Qué riesgos para nuestras tropas puede tener el repliegue de Afganistán? ¿Habrá que dejar unidades después de 2014?
La implicación de la Alianza en Afganistán en el post-2014 es uno de los temas principales a tratar en la próxima Cumbre de Chicago. Estamos evaluando cuál podría ser nuestra contribución en ese marco, y presentando al ministro de Defensa las correspondientes opciones militares en el marco operativo del período posterior a 2014 en Afganistán. En cuanto a Líbano, ¿no es hora de volver? Estamos actualmente llevando al terreno operativo las acciones derivadas de la Revisión Estratégica de la misión que ha efectuado Naciones Unidas. No obstante, y debido a la evolución positiva de la situación sobre el terreno en la zona de responsabilidad española, se está planeando una reducción de los efectivos del contingente español en el entorno de un 20% a lo largo de 2012, sin menoscabo del cumplimiento de todas las misiones que tiene asignadas. ¿Cómo va el proceso de las operaciones en tierra de Atalanta? Efectivamente, se ha aprobado un cambio al Plan de Operaciones de la Operación Atalanta que contempla la posibilidad de realizar acciones más robustas contra los piratas, consistentes en realizar ataques selectivos contra sus asentamientos logísticos en la costa de Somalia. Debe quedar claro que estas actuaciones sobre tierra tendrán un carácter limitado, quirúrgico, dirigido exclusivamente a evitar que las redes piratas puedan hacer acopio de material y equipos impunemente. Se actuará caso por caso, minimizando riesgos y evitando daños colaterales, dentro del marco de decisión de la Unión Europa. El proceso está en marcha y hasta la fecha no se ha llevado a cabo ninguna acción contra elementos logísticos de los piratas en tierra. ¿Existe algún plan en marcha de recorte de personal en los ejércitos? Como sabe, en el proyecto de presupuestos generales que se está debatiendo actualmente en el Parlamento, ya figura una reducción puesto que se limita el número máximo de militares de tropa y marinería a 81.000, disminuyendo en 2.000 los previstos en el presupuesto del presente año. ¿Se va a ajustar la ley de carrera militar en el tema de la enseñanza? La enseñanza militar ha pasado recientemente por un profundo proceso de adaptación, en gran parte derivado del denominado proceso de Bolonia o espacio europeo de educación superior. En la actualidad, tenemos alumnos militares cursando el segundo curso del nuevo sistema en las academias de oficiales y el primero en suboficiales. Por lo que respecta a la tropa y marinería, también ha comenzado un proceso de adaptación para que pueda integrarse con mayor facilidad en el nuevo modelo. Es, por tanto, necesario dejar que el modelo se asiente y se vean sus resultados reales, que por el momento no son malos, antes de identificar posibles mejoras que, en todo caso, estimo que no necesitarán grandes cambios normativos. ¿Considera acertada la política que está siguiendo la Subsecretaría de Defensa respecto de los militares heridos en combate y su posible reintegración a unidades de los ejércitos?¿En dónde estamos y qué plazos habrá que considerar? Personalmente me parece una iniciativa magnífica y cargada de justicia. Estas personas que han demostrado su compromiso con la Defensa de España, pueden y deben, si así lo desean, continuar prestando un servicio a nuestra nación. Se trata de un asunto que tiene cierta complejidad, ya que es necesario contemplar nuevos criterios para determinar, por ejemplo, qué tipo de destinos pueden ocupar y en qué condiciones, régimen de ascensos, asistencia a cursos, etc.; todo ello está ya muy avanzado por la Subsecretaría de Defensa; de hecho, se ha publicado una primera Orden Ministerial, la 16/2012, que regula la adscripción de personal militar a unidades del Ministerio de Defensa en especiales circunstancias. Sobre el resto de las modificaciones normativas no es posible dar una fecha concreta, pero espero que no tarden mucho en ser una realidad. ¿Cabe la posibilidad de lograr alguna manera de modernización del software de nuestras F-100 para incluirlas en el escudo antimisiles de la Alianza? Es una posibilidad que está sobre la mesa, aunque en estos momentos los costes no son asumibles. El desarrollo de la capacidad de la OTAN para defenderse de la amenaza de misiles balísticos se está iniciando en estos momentos, su capacidad final estará operativa sobre el 2017 y su desarrollo está orientado al largo plazo. ¿Hasta cuándo habrá que esperar para arrancar con los S-80? ¿Qué repercusiones considera que puede tener este recorte, así como el de los BAM y los F-100 sobre nuestra industria de defensa? El desarrollo de los submarinos de la clase S-80 sigue su curso. Hay que señalar que este programa es el programa naval más complejo al que se ha enfrentado tanto la Armada como el fabricante, NAVANTIA. El simulador de plataforma está ya en funcionamiento y dentro de unos días comenzará el primer curso con esta nueva instalación. Los submarinos serán botados de acuerdo con las últimas previsiones; el primero, S-81 "Isaac Peral", en mayo de 2013. Esperamos la entrega de éste primero a la Armada en marzo de 2015 y, a partir de entonces, se irán incorporando sucesivamente a la Flotilla los tres restantes según una secuencia definida. En cuanto a los BAM, es conocido que va a haber un retraso en la adquisición de la segunda serie, retraso derivado de la situación económica general. Y sobre las F-100, con la próxima entrega a la Armada de la F-105 "Cristóbal Colón", se cumplen las previsiones de la Armada para este tipo de fragatas. Con ella se da por finalizada la serie de fragatas clase "Álvaro de Bazán". Además del ámbito de la construcción naval al que me he referido, los recortes en el capítulo de inversiones afectan a otras áreas industriales importantes para la defensa. Son sectores, como la aeronáutica, los sistemas de mando y control y de vigilancia, o los vehículos terrestres, en los que tenemos proyectos esenciales a los que va a afectar la menor capacidad financiera para afrontar los compromisos de pago de los programas principales, como también va a producirse, a corto plazo, una disminución en la cartera de pedidos. Todo ello tiene, sin duda, importantes repercusiones para nuestra industria de defensa. El secretario de Estado de Defensa ya ha manifestado su preocupación al respecto y su intención de afrontar la situación, con la colaboración del resto de los ministerios implicados, escalonando o reprogramando los compromisos de pago pendiente. Desde las Fuerzas Armadas seguiremos colaborando con la industria nacional. El contar con una visión a largo plazo de nuestros objetivos de fuerza ayudará a que nuestra industria se posiciones en los sectores de interés para la defensa nacional. Ante los recortes presupuestarios, ¿convendría potenciar la simulación para evitar un bajón en operatividad? Lo estamos potenciando y habrá que seguir en esta línea. Con recortes y sin recortes, los simuladores, explotados de forma apropiada, hacen mucho más eficiente el adiestramiento. En muchas ocasiones los propios sistemas de combate son unos magníficos simuladores y así los estamos utilizando. La simulación y la enseñanza basada en ordenadores son dos vectores de modernidad en la formación y en el adiestramiento que permiten acciones realistas y eficientes y que se han convertido en indispensables. El problema es que no todo el adiestramiento se puede suplir con simulación. Hay que salir al campo, hay que volar y hay que navegar. Los pilotos de combate, las dotaciones de los barcos y las de los carros de combate, por poner unos ejemplos, tienen que acostumbrarse a trabajar, a pensar y a actuar, en algunos casos durante períodos muy prolongados, en las duras condiciones en que previsiblemente se desarrollarán las misiones y esto no lo suple un simulador. ¿Qué medidas se podrían tomar desde las FAS para potenciar la exportación de nuestra industria de defensa? En primer lugar necesitamos contar en nuestras Fuerzas Armadas con sistemas "exportables" y demostrar su eficacia, pues en sistemas de Defensa no es fácil exportar algo que no se tiene en el inventario propio. Es decir, de alguna forma nuestra capacidad de apoyo está supeditada a la inversión nacional. Dicho esto, el apoyo de las Fuerzas Armadas a la industria nacional se asienta también en otros elementos importantes, como proporcionar una visión a largo plazo de nuestros objetivos de fuerza que le ayude a posicionarse; incorporar las lecciones aprendidas en las operaciones para contribuir al diseño y mejora de los sistemas que se encargan a la industria, y mantener un nivel de exigencia alto en los productos y sistemas que se adquieren, para contribuir a mejorar la competitividad internacional de nuestra industria. La industria de defensa nacional es un sector estratégico y las Fuerzas Armadas la han apoyado, participando en reuniones internacionales y, sobre todo, demostrando la operatividad de los sistemas que nosotros mismos obtenemos y contribuimos a diseñar. Fotografías: Gonzalo Arraya
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