Con sentimientos contrapuestos empiezo a materializar estas líneas. Por un lado está claro que la situación economica de España es tan mala que exige que todos hagamos sacrificios importantes; por otra parte la financiación de los ejércitos ha quedado reducida al 62% de lo necesario para conservar el peso disuasivo y la presencia internacional que habíamos mantenido hasta el momento ¿Cómo se inscribe esta disminución de presupuesto en el sacrificio nacional? Vamos a intentarlo.
Somos bastantes los que opinamos que la cifra de 10.000 M de euros es la financiación normal que le correspondería a las FAS. Al indudable prestigio del general Pérez Muinelo al señalar esta cifra, se han unido, modestamente, razonamientos mas intuitivos como los míos siempre llegando a esa cantidad. Pues bien, si los presupuestos de Defensa para el 2012 suman 6.261 M de euros, esto supone un 62% de lo necesario. Necesario para ser como antes, ¿es esto proporcional al sacrificio nacional?
A todo ello se une que, si aceptamos que 50/50 es la distribución ideal entre los gastos de personal y material; teniendo en cuenta que al personal no se le ha tocado significativamente de momento al ser medidas a largo plazo; quedaría un mero 10% para atender a todo el material. Sé que estas son cuentas gruesas y que admitirán multitud de matizaciones. Si alguno de los lectores pudiera hacer alguna de ellas y clarificar el panorama creo que todos se lo agradeceríamos.
Resumiendo: una Nación atribulada se estrecha el cinturón -entre presupuestos y un torrente de medidas complementarias económicas- una cantidad indeterminada, dejando a sus FAS con un 60% de lo que solía. De esto se dedica un 10% al imprescindible material, mientras que el ministro de Defensa dice públicamente que la prioridad es mantener lo operativo.
Casi todo lo invertido en material es para mantener la operatividad. Se entiende que lo que el ministro quiere decir es la operatividad inmediata, pero cuando se adquiere armamento, un buque o una aeronave de guerra ¿no se está pensando -al menos por parte de los militares- en dicha operatividad? Este nuevo concepto de operatividad "ministerial" es como decir que hay dinero sólo para echar gasolina al coche este año. Pero el coche necesita revisiones y cambiar el aceite. Y dentro de unos años, cuando comiencen las averías, habrá que pensar en cambiar de modelo ¿No es esto tambien operatividad?
Los Presupuestos Generales del Estado para el 2012 y en general las medidas económicas que esta adoptando este Gobierno se inscriben en un ambiente general de cierto reproche sobre la falta de explicación acerca de ellas. Sobre su causa, efectos y duración. Esta falta de explicaciones, a su vez, se enmarca en una tradicionalmente deficiente política de comunicación de la derecha española. Esta crítica no surge de una irresponsable oposición política -tal como la actual- causante en gran medida de la presente situación economica y moral de nuestra Nación, sino más bien de los sectores conservadores que apoyan al partido gobernante y que aceptarían contribuir a los sacrificios que haya que hacer, pero que ayunos de explicaciones propias de un adulto, solo les queda la fe del carbonero.
Los presupuestos de Defensa deberían ser complementados con una Ley de financiación que cubra como mínimo lo que hoy denominamos programas especiales y que haga comprender, mas allá del apretón actual, a dónde nos dirigiremos cuando este pase, con que tamaño van a quedar los ejércitos y, consecuentemente, el peso internacional y la seguridad que tendrá España en un futuro inmediato.
Habrá que determinar cuánto hay que bajar las expectativas de defensa militar para "salvar" económicamente los otros aspectos de la Nación. Esperemos que este proceso sea claro, acertado y publico ya que no podemos aceptar como única explicación lo de que va a quedar cubierto lo inmediato. En la adversidad tambien se hacen planes y nuestra seguridad y defensa claramente necesita un plan multianual que, entre otras cosas, dé viabilidad a una industria militar -particular atención se debería prestar a la supervivencia de la de propiedad privada- que algún día emergerá de la crisis. La moral de los militares y la eficacia de la industria militar son los dos bienes más preciosos a mantener en la crisis. Ambos exigen claridad.
Quiero creer, imagino que muchos quieren creer, pero dennos motivos para ello. Dennos explicaciones de lo que se proponen hacer, mas allá de la dura supervivencia anual, con nuestra seguridad y defensa. Comuniquen mejor, por favor. Déjennos ayudarles.
*Ángel Tafalla es Almirante.
Ex Segundo Jefe del Estado Mayor de la Armada y
del Mando Marítimo OTAN de Europa Sur

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