La crisis económica se está dejando notar especialmente dentro de los programas especiales de modernización de armamento de las Fuerzas Armadas Españolas. Si hace una década se anunciaban, a bombo y platillo, grandes programas para su renovación, para alegría de las empresas del sector ahora toca apretarse el cinturón hasta el extremo que el Gobierno no podrá atender los compromisos de pagos adquiridos.
En 2010, el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero presupuestó 333,74 millones de euros para estos programas -aunque ejecutó 249,48 millones de euros--. Por el contrario, el Gobierno de Mariano Rajoy sólo contempla 4,95 millones de euros para esta partida durante este año, lo que supone un drástica reducción de un 98,5% sobre 2010, según los Presupuestos Generales del Estado presentados la semana pasada en el Congreso.
Este presupuesto contempla que sólo entre tres, de los 19 programas de armamento que están en curso, se repartirán los 4,95 millones de euros: el avión de combate Eurofighter, con 3,53 millones de euros (en 2010 ejecutó 167 millones); el avión de transporte A400M, con 869.330 euros (similar a la cantidad que tuvo en los ejercicios de 2010 y 2011); y los helicópteros de ataque Tigre, con 549.520 euros (el año pasado no ejecutó nada aunque contaba con un presupuesto de 87 millones). Si nos fijamos en las empresas, la gran beneficiada con estos presupuestos es EADS, puesto que estos tres proyectos dependen de ella. Navantia y Santa Bárbara tendrán que esperar a que vengan tiempos mejores.
Particularmente significativo es el vehículo de combate Pizarro, que se encuentra en la 2ª fase, y no ha tenido nada presupuestado desde 2010. Además, el Buque de Acción Marítima (BAM) sólo contó con 37.000 euros en 2010 y nada en 2011, a pesar del incremento de la presión sindical. Con estos números, llama también la atención que el PSOE esté reivindicando ahora los compromisos de este contrato. Durante el año pasado tampoco se inyectó dinero en el Obús 155/52 y en los misiles Alad (Taurus). Las fragatas F-105, el submarino S-80, el helicóptero de transporte y el NH-90, el misil contracarro y el Leopardo, que el año pasado contaron con unos miles de euros, este año se han quedado sin dotación. Más significativo es el caso del programa referido al Misil FASRAAM (IRIS-T), en el que se ha invertido 58 millones en los dos últimos años, que tampoco contará con presupuesto este año.
Obviamente, con estas cifras el Gobierno pretende ralentizar lo más posible el desarrollo y ejecución de estos programas, aunque el ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha insistido esta mañana en que se pagarán todos los contratos, "pero sin que eso afecte al déficit". De hecho, en la mayoría de los programas se continuará con las entregas previstas durante este año.