El presidente del grupo Airbus, Tom Enders, consideró hoy "inaceptable" la situación que se da con Turquía, que no ha aceptado el avión A-400M que tiene preparado para la entrega en Sevilla desde finales de año, y que puede perturbar la cadencia de producción programada. Enders, en la presentación a la prensa de los resultados financieros anuales de Airbus, dijo esperar que la negociación que se está llevando a cabo con las autoridades turcas "se resuelva rápidamente" porque "es un verdadero problema" con implicaciones industriales.
A ese respecto, señaló el dilema de incrementar, según lo planificado, las cadencias de producción del A-400M en Sevilla, con lo que eso implica para los proveedores, sin saber si los clientes al final del proceso van a asumir los aviones.
Y dejó caer que este contencioso con Turquía podría resolverse gracias a la intervención de alguno de los otros países que han adquirido el aparato, dando a entender que podría quedarse con la aeronave ya finalizada que espera la entrada en servicio. Airbus entregó los dos primeros A-400M el pasado año, a Francia, y debía haber hecho lo mismo con el tercero para Turquía.
Ahora ese lo tiene programado en 2014, un año en el que en total espera poner en mano de sus clientes diez de esos aviones militares de transporte: dos para Turquía, cinco para Francia, dos para el Reino Unido y uno para Alemania. El grupo europeo ha recibido encargos para 174 unidades del A-400M de ocho países: Alemania, Francia, Reino Unido, España, Turquía, Bélgica, Luxemburgo y Malasia. El pedido global de Turquía es de 10 unidades. España, por su parte, debería recibir el primero de los 27 que compró a comienzos de 2016.