El gobierno brasileño ha terminado hoy el proceso de licitación de 36 cazas de combate suecos Gripen-NG, de la empresa Saab. Suecia vence así a los Rafale que vendía Francia y los FA-118 Súper Hornet de Estados Unidos. La noticia ha sorprendido a los expertos en asuntos militares, pues Brasil venía manteniendo buenas relaciones con Francia desde 2009, cuando firmaron su "alianza estratégica" en el área de defensa. Hacía sólo una semana que la jefa de Estado de Brasil, Dilma Rousseff, había visitado a su homólogo francés, François Hollande. En aquella visita, Hollande defendió a los Rafale.
Por otro lado, tal y como reconoció el comandante de la Fuerza Aérea brasileña, el brigadier Juniti Saito, la quinta generación de los Gripen-NG aún no ha terminado de desarrollarse, existiendo de momento un prototipo con 300 horas de vuelo. Los primeros Gripen-NG datan de 1980, y en la actualidad forman parte de la flota de las fuerzas aéreas de Suecia, Hungría, la República Checa, Sudáfrica y Tailandia.
El ministro de Defensa brasileño, Celso Amorim, explicó en rueda de prensa que "la elección se basó en los criterios de desempeño, transferencia de tecnología y coste". Amorim reveló que el coste de la operación se sitúa en unos 4.500 millones de dólares -unos 3.300 millones de euros-. El Ministerio de Defensa reveló el precio de los Rafale -de la compañía francesa Dassault-: unos 8.000 millones de dólares, mientras que los FA-118 Súper Hornet de Boeing costaban cerca de 7.500 millones. Además, fuentes militares dijeron a la Agencia Efe que el coste de la hora de vuelo del Gripen-NG es un 50 % inferior a la de los Rafale, y un 25 % menos que la de los FA-118. Amorim tampoco mostró preocupación por que el actual Gripen-NG aún no haya sido usado por fuerzas aéreas: "si un avión está más probado, su tecnología es más antigua".
Aunque el proceso de licitación comenzó en el año 2001, será ahora cuando se inicie el de negociación del contrato, que puede llevar otro año. Los aviones comenzarán a entregarse a partir de 2019, a razón de doce por año, hasta alcanzar los 36 aparatos en el 2022. Estos cazabombarderos ofrecen una vida útil de treinta años, por lo que se calcula que podrán estar operativos hasta 2050. Cuando concluyan todos los plazos, Brasil tendrá la "propiedad intelectual" del avión, de forma que también podrá fabricarlo y venderlo. El hecho de que muchas de las piezas del Gripen-NG se fabriquen en Brasil beneficiará a la empresa nacional Embraer.
Amorim negó que hayan influido factores políticos en la decisión de comprárselos a Suecia, como el enfriamiento de las relaciones con Estados Unidos ante las revelaciones del ex técnico de la NSA Edward Snowden -al que Brasil volvió ayer a negar asilo- sobre la vigilancia de las comunicaciones de la jefa de Estado brasileña, Dilma Rousseff: "todo fue producto de una minuciosa evaluación técnica".
El negocio implicará que muchas de las piezas del Gripen-NG se fabriquen en Brasil, lo cual beneficiará especialmente a la empresa brasileña Embraer, que participará directamente en todo el proceso.
Por el momento, los doce aviones Mirage 2000 de las Fuerzas Aéreas de Brasil han sido sustituidos temporalmente por unos F-5 puestos al día.
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