Cada otoño, la NSA coloca anuncios en las webs de empleo y en los tablones de universidades de todo Estados Unidos. En la actualidad, buscan jóvenes que quieran ser escritores, editores, periodistas, o bien interesados en la "producción de televisión, producción de películas animadas, o animación 3-D".
El cometido de los nuevos empleados sería distribuir "información precisa y puntual sobre misiones y logros". Eso sí, antes de resultar seleccionados, la NSA investigará "la honestidad, confianza, fiabilidad, discreción e incuestionable lealtad a los Estados Unidos" de los candidatos. La NSA advierte incluso de que entrevistará a "amigos, vecinos, jefes y compañeros de trabajo" en su búsqueda de la verdadera cara de quienes quieran trabajar en la agencia.
Para convencer a los jóvenes de que se unan a la NSA, ésta les promete buenos sueldos y ayudas para mudarse a las proximidades de su sede en el estado de Maryland.
Cada año, 500 nuevos estudiantes entran a trabajar en la NSA, de los que entre el 85 y el 95 % se quedan a tiempo completo. Los más jóvenes pueden llegar a tener hasta quince años de edad. "El año pasado hubo 61 graduados que quisieron quedarse a tiempo parcial o completo, y se quedaron", explica la portavoz de la NSA Vanee Vines; "durante al menos los últimos tres años, todo estudiante que ha querido quedarse contratado se ha quedado".