¿Qué importancia tiene la simulación para Everis? Creemos que la simulación es uno de los conceptos por los que hay que apostar, ya que conlleva seguridad y ahorro, dos conceptos vitales en estos tiempos. En sectores como el de la Defensa hace falta más formación que nunca y una buena forma de conseguirla, a bajo coste, es con simuladores de última generación. ¿Por qué entrar en una compañía del sector? La estrategia de Everis pasa por apostar, con participaciones accionariales, por compañías con una tecnología puntera y única, que nos permitan compartir sinergias para proyectar sus soluciones, productos y servicios, tanto en el mercado español como en el internacional. Además, consideramos importante desarrollar la tecnología que vendemos, no ser un mero integrador. Hay muchas empresas de simulación, ¿por qué Simumak? Se trata de una empresa española con una tecnología puntera. Entre sus áreas de negocio está una línea centrada en la simulación para uso de vehículos y otra para utilizar maquinaria -palas excavadoras, grúas.-. En ambas ofrece todo tipo de simuladores cubriendo cualquier necesidad con sistemas de baja, media y alta inmersión. Y juntos estamos abriendo nuevos mercados para vender simuladores en el mundo aeronáutico para pilotos de aviones, helicópteros, etc. ¿Qué es lo más complicado para desarrollar un buen simulador? En este campo hay varios aspectos clave: por un lado hay que contar con un software que sea muy realista y por otro que, a veces, es más complejo, hay que desarrollar plataformas de movimiento que repliquen a la perfección las cinéticas y las físicas de movimiento de los sistemas que emulan. Nada tienen que ver las sensaciones que ofrece conducir un carro de combate a un camión. Es un reto que exige mucha investigación. Por eso, por decirlo de forma popular, los simuladores de conducción de automóviles se pueden considerar juguetes respecto a los que emulan otros sistemas. ¿Qué ofrecéis en el sector de la Defensa? Estamos trabajando en varios campos. Tenemos una plataforma de desarrollo que nos permite llevar a cabo soluciones muy realistas a un coste bajo. Por ejemplo, nos presentamos a una licitación para desarrollar el simulador de conducción de los RG31 utilizados en Afganistán y quedamos como la oferta mejor valorada aunque luego se desistió. Además, también disponemos de simuladores para robots de desactivación de explosivos y labores NBQ (Nuclear, Biológico y Químico). Aplicamos nuestra gran experiencia en vehículos civiles a los militares. Hemos hecho simuladores para todo tipo de vehículos de calle, ya que somos uno de los líderes en este tipo de sistemas. De hecho, estamos trabajando para estar en las autoescuelas de Chile y Brasil, junto con partners locales, con nuestros sistemas. En resumen, nuestra filosofía pasa por ofrecer simuladores de muy alta calidad a un precio competitivo. Dicen que los simuladores son el futuro en tiempos de crisis, pero los presupuestos de Defensa no acaban de apostar por ellos. Creemos que los simuladores, por seguridad y coste, serán uno de los elementos importantes en el training de nuestras Fuerzas Armadas. Por seguridad, porque es más fácil entrenarse en un vehículo simulado que en uno real (en el caso de maquinaria es aún más llamativo, ya que evitas operar en un entorno real, más peligroso). Actualmente, la tecnología permite crear entornos sintéticos de gran realidad. Puedes simular casi de todo. Además, también destacan por el coste ya que sale más barato formar a los conductores un simulador sin los gastos de mantenimiento, gasolina, neumáticos de un vehículo real. ¿Cuál es la tendencia del futuro? Ofrecer sistemas lo más multiplataforma posible y apostar por las áreas donde más conocimientos tenemos. Es nuestra filosofía y nuestra gran apuesta. ¿Está valorando Everis desarrollar simuladores para UAS? Es un tema complejo, ya que a día de hoy los UAS no pueden volar legalmente en el espacio aéreo comercial, sólo en zonas restringidas y en zonas de operaciones. Por eso hay que apostar por los sistemas que sí se utilizan. ¿Lo tenemos en mente? Pues sí, pero ahora hay que centrarse donde están las oportunidades. Esas oportunidades también podrían estar en la ciberseguridad. Pues sí. Se trata de un área muy interesante. Pero más que de simuladores hay que hablar de recrear entornos virtuales que permitan emular situaciones. Es un campo en el que nos gustaría entrar. Tanto la ciberdefensa como la ciberseguridad son sectores donde hay y habrá mucho crecimiento. Habrá que trabajar en simuladores que permitan entrenarse para saber reaccionar ante un ataque a un gran banco o a una central eléctrica. ¿Sustituirán alguna vez los simuladores a la realidad? El simulador nunca puede sustituir la realidad. Puede ser muy, muy real, pero nunca es igual, al menos con la tecnología actual. Y eso que los entornos que logramos son increíbles. Por ejemplo, en nuestros simuladores de vehículos podemos recrear el comportamiento de un conductor que ha bebido. Pero está claro que en ella hay unos condicionantes que no se pueden reflejar. Pero sí ofrecen una gran ventaja. Por ejemplo, en el caso del RG31, por su diseño, el vehículo es más proclive a volcar en zonas agrestes. Evidentemente, si eres capaz de simularlo evitarás el problema enseñando a su conductor a llevar el vehículo de una forma óptima. Por tanto, los simuladores son vitales para reducir el número de accidentes, aunque no se puede esperar reducir el 100% de los problemas.
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